¿COMO SER PERIODISTA EN LOS MALOS TIEMPOS Y NO MORIR EN EL INTENTO?

Por ROSALUZ LOPEZ RUIZ [Chile]

¿Cesante?... una palabra más en el diccionario actual de los presentes tiempos, complicado enigma después de años de estudio y de forjar sueños... La verdad es que me cancé de soñar. Ahora vivo mis sueños.

¿Periodismo una mala inversión o el juego meditativo de rastrear la vida de todos y cada uno de los personajes públicos que convergen en la arena de la actualidad noticiosa?.... yo amo la escritura y por ende la pluma pero detesto la intromisión en la vida privada de los seres humanos con fines morbosos....

Mi búsqueda de la verdad la inicio primero en mi misma para más tarde desenterrar los secretos de los demás. Las palabras son criaturas creadas por Dios como los hombres por eso es una pena que sean mal empleadas en el loco afán de sobresalir y lograr una noticia amarillista de corta vida. Por eso busco la trascendencia más allá de los paradigmas. Sí, estoy sin ocupación remunerada pero aún escribo... escribo con la inocencia de mis primeros años entregada al oficio de crear como nunca antes lo había hecho, busco la perfección de mis ideales en la retórica sin importarme el que me comprendan o no.

_¿Mantenida, hijita de papá?- oí decir de unos labios que ayer adoré, claro medio en broma, pero me dolió y todavia me está doliendo... ¿por qué las personas a quienes más amamos nos rompen el corazón?...

Todos los profesionales no tenemos la misma suerte de entrar por la puerta ancha a veces algunos debemos luchar más para alcanzar el éxito en todo caso a mí me gustan los desafíos y estoy progresando en ello.

-No hay mal que dure cien años- dice la impronta de mi bandera de batalla.

Todavía emerge poesía de mis venas sangrantes de desocupada... ¿desocupada?, pero si estoy escribiendo y por ende cumpliendo con mi sagrado deber periodístico.

Desocupados los que mienten, los que fingen una vida que no existe, una familia que no aman y que sobrellevan por un estereotipo social. Es difícil ser periodista en estos tiempos de crisis en que los verdaderos valores se tambalean por los aires, en que lo que más interesa es el poseer bienes materiales, dinero con el que presumir y salir en las páginas sociales más no imposible si aún se cree en lo verdadero de la esencia de esta vocación.

Mi viaje apenas comienza en todo caso, gracias por compartir conmigo esta experiencia.