viernes, 26 de agosto de 2011

SINIESTRO


Anoche quemaron
los encinares
los parrones
parecían querer
ponerse a llorar
a lo lejos la ciudad
nube quieta de polvo
enturbiando el silencio
de lo rural.
Coincidencia o quizás
casualidad
una sobra fugaz
huyendo
por entre los matorrales,
era la sombra
del capataz de la hacienda
vecina, el negro Ferreira,
únicos testigos indolentes
fueron de su huida
los rosales pero ellos
no hablarán…


AUTOR: ROSALUZ DEL CARMEN LOPEZ RUIZ

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